1. III.0. Introducción bloque III

Ya hemos visto en el apartado correspondiente el tiempo en la historia cómo la división en etapas con la que habitualmente operamos los historiadores tiene un fuerte componente subjetivo, y está determinado en buena medida por elementos que, por sí mismos, no justifican esa división frente a otras posibilidades, pudiendo haberse optado por otro criterio. No obstante, que los periodos históricos no sean compartimentos estancos ni sus características sean aplicables al conjunto de las sociedades y de los grupos humanos que habitaron el planeta en el mismo momento no quiere decir que no tengan una utilidad notable a la hora de hacer tangibles y manejables determinados periodos históricos, en los que sí detectan características comunes que los diferencian de otras épocas. La historia,  por ello, no debería centrarse tanto en una visión estática del pasado sino en tratar de explicar el porqué del cambio social.

Dentro de esta concepción de la historia juega un papel fundamental el estudio de los distintos aspectos económicos, sociales, culturales, y políticos que acontecen en un momento y lugar determinados. Precisamente, como ya se ha comentado, han sido estos últimos los que en buena medida han ido marcando hasta el momento los periodos de cambio entre una etapa y otra. No obstante, la profundización en la investigación hacia variables sociales económicas o culturales han ido poniendo de manifiesto una cierta divergencia entre los límites marcados por los acontecimientos políticos y los determinados por los otros criterios. A lo largo de este tercer bloque del curso se explorarán distintos enfoques en la división por periodos de la historia, con especial atención a la periodización de la historia del arte, no siempre coincidente, como veremos, con las etapas tradicionales en las que se ha venido dividendo la historia general.

A su vez, resulta determinante a la hora de entender la evolución de las formas de producción cultural, de las que la producción artística es una de sus características más significativas, analizar el papel que los distintos actores a lo largo del tiempo han ido desempeñando en el proceso de creación artística. A lo largo de la historia el papel que tanto el cliente como el artista han asumido han sido variables, con caracterizaciones que deben ser tenidas en cuenta para poder comprender en toda su dimensión la materialización de las obras y su evolución.