EL CALENDARIO
El calendario en sentido técnico es un conjunto de normas para determinar del
modo más preciso posible la medida del tiempo. Siempre ha estado basado en la
precisión del intervalo de tiempo que separa dos acontecimientos, entre los
cuales se obtienen los límites de las unidades de medida. Ordinariamente la
unidad de medida es el intervalo entre dos salidas del sol; y por ello el
calendario adopta la forma de un cuadro en el que constan los días del año. La
etimología de la palabra calendario (de kalendas) hace también referencia al
día como unidad de medida del tiempo. Menologio y hemerologio hacen referencia
a las unidades mes y día, respectivamente.
Considerado como un cuadro de los
días del año equivale el calendario al almanaque (de al-manah, en hebreo
contar). En los almanaques constan los días, semanas, meses, estaciones, datos
astronómicos sobre ortos y ocasos de la luna y el sol, datos sobre
climatología, fenómenos meteorológicos, etc. A la Cronología interesa más el
sistema seguido en la distribución de las unidades de medida que la información
astronómica, meteorológica o histórica que suele acompañar a esos cuadros de
días del año (efemérides).
Los más antiguos calendarios son lunares; sus
unidades de medida son los meses lunares, cuyas dificultades de compaginación
con la unidad año tratan de superar los calendarios solares, basados en
diferente criterio de selección de unidad de medida del tiempo, el ciclo solar.
Otros calendarios, lunisolares, buscan la adecuación de ambos ciclos, lunar y
solar, mediante los embolismos.
La agrupación de los días en unidades más o menos
artificiales hace que haya calendarios que utilicen semanas, decenas, centenas
de días como unidades intermedidas. También las divisiones del día, horas
diurnas y vigilias nocturnas, son agrupadas según diferentes criterios, ya que
la hora no representó una medida fija del tiempo, sino una parte o fase del
día. Las unidades de medida, sean múltiplos o divisores del día, pueden ir
agrupadas en conjuntos de base 7, 10 o 12, por citar las más frecuentes.
De
entre los numerosos calendarios utilizados por la humanidad a lo largo de la
Historia seleccionamos los que ofrecen algún interés más directo para
información histórica de los elementos cronológicos examinados en páginas
precedentes. Son los calendarios hebreo, romano, cristiano, musulmán y
republicano francés.
GARCÍA LARRAGUETA, S.A.: La datación histórica. Pamplona, 1998, pp. 285-286.