Conclusiones y autoevaluación

1) ¿Puedes reconocer si las siguientes afirmaciones son, en relación con el fragmento de Carole Pateman, verdaderas o falsas?

a) El patriarcado es una forma de poder que ha sido superado en las democracias modernas.
b) La paternidad patriarcal tiene un fundamento político al que no se le ha prestado atención (por lo menos hasta finales del siglo XX).
c) En relación con el capitalismo, el patriarcado debería aparecer como una reliquia premoderna.

Pateman defiende que el patriarcado, aunque se piense lo contrario, está lejos de haber sido superado, y si se piensa lo contrario, es solo porque no se le ha prestado suficiente atención. Se trata de una afirmación de la última parte del siglo pasado, pero incluso ahora podría sostenerse, ¿si no por qué siguen existiendo desigualdades entre hombres y mujeres, por ejemplo, en materia laboral, violencia, sexismo, acoso, etc.?

2) Hemos leído un fragmento de El contrato sexual, donde Carole Pateman marca una suerte de continuum entre (elige una opción):

a) El paternalismo tradicional del contractualismo clásico y el contractualismo contemporáneo.
b) El absolutismo monárquico y el fascismo europeo del siglo XIX.
c) El paternalismo religioso y el paternalismo secular.

3) Una de las principales ideas de la obra de Pateman es que el derecho fundamental de todo paternalismo es (elige una opción):

a) El derecho sexual o conyugal.
b) El derecho de posesión.
c) El derecho natural.

Autores clásicos como Hobbes, Locke, Rousseau, establecieron en sus teorías el fundamento último del Estado moderno: el contrato social. 

Recuperado en los 70 el interés por el contractualismo, Carole Pateman reparó en que en ambas versiones (la antigua y la moderna) existe una parte del contrato que permanece oculta: un pacto socio-sexual (un contrato sexual) entre varones para distribuirse –y garantizarse– el acceso al cuerpo femenino. 

En su obra, Pateman muestra cómo funciona ese mecanismo, por ejemplo, en la prostitución y en la maternidad subrogada. En estos casos –y en otros, representativos de la desigualdad sexual que persiste hasta nuestros días– el intercambio sexual se esconde tras una aparente libertad e igualdad. La prostituta es presentada como una persona libre que recibe un pago por sus servicios, una asalariada que disfruta de los derechos y obligaciones de la actividad comercial-contractual a la que se dedica, es decir, del intercambio de su fuerza de trabajo por una remuneración económica. Sin embargo, se trata de una ficción, pues en realidad el contrato lo que hace es asegurar a los varones el uso sexual del cuerpo de las mujeres, al que acceden como pagadores, es decir, como amos –como padres que conservan así la subordinación de la mujer– y en este sentido, hay una diferencia fundamental entre contratantes, la diferencia entre libertad y sujeción, que es una diferencia política.


Para seguir pensando

La obra de Pateman nos lleva a pensar (y repensar) los contratos sexuales contemporáneos. La maternidad subrogada, que ya Pateman trata en su libro, es un tema que continúa discutiéndose en diversos países. La periodista y activista sueca, Kajsa Ekis Ekman, publicó en 2017 El ser y la mercancía (Ediciones Bellaterra). Kajsa no es filósofa y sus argumentos pueden no ser teóricos, pero se trata de una voz que, desde la simpatía con el marxismo, aboga por la abolición de la prostitución y los vientres de alquiler. En este vídeo, puede verse su intervención en un foro sobre la maternidad subrogada organizado por el congreso de diputados mexicano, uno de los países al que recurre la industria. El vídeo está publicado en el canal de Youtube del Instituto Early.


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Última modificación: viernes, 20 de noviembre de 2020, 13:17