Bloque temático I. El pasado humano como objeto de conocimiento. Las técnicas y las fuentes del trabajo del historiador
I.1.Archivos y Bibliotecas
0. El papel de bibliotecas y archivos en la investigación histórica
La palabra “archivo” tiene distintas acepciones vinculadas con la disciplina histórica. La primera de las ideas hacer referencia al lugar físico en el que se custodian los documentos. Así, el archivo es el espacio destinado en un entorno administrativo a la conservación de los documentos. También es entendido como el edificio en su conjunto, y por extensión como el lugar que alberga a la unidad administrativa encargada de la custodia de la documentación. De este modo, por ejemplo, tenemos desde el archivo de la concejalía de cultura al Archivo Histórico Provincial correspondiente.
Una segunda acepción del término la tenemos relacionada con la institución generadora de la documentación. Así, cuando por ejemplo hablamos del archivo de la Casa Ducal de Medina Sidonia estamos refiriéndonos no exclusivamente al espacio en el que la fundación que gestiona este legado tiene depositada la documentación, sino a la institución encargada de custodiar la documentación generada por la institución, en este caso la familia, a lo largo de su historia.
Finalmente, una tercera definición el término nos lleva a contemplarlo como la mera recopilación de documentación. Un conjunto de documentos es un archivo, aunque para su comprensión en toda su dimensión debamos tener en cuenta muchas cuestiones en las que no podemos profundizar en este momento.
1. Los archivos
1.1. Tipos de Archivo
Existen varias posibilidades de clasificación de los tipos de archivos en función del criterio que utilicemos para su definición. Cuestiones como las “edades del documento” o el valor informativo que ofrecen estos mismos documentos que se custodian en cada uno de estos tipos determinan la categoría y el tipo de documentación que podemos encontrar en cada uno de ellos.
Si atendemos al ciclo vital de los documentos, lo que se acaba de definir como “edades del documento”, podemos distinguir hasta cuatro tipos de archivo. En los archivos de gestión se conserva la documentación viva, es decir, aquella que todavía tiene efectos jurídicos administrativos en vigor. Habitualmente estos archivos de gestión suelen estar en los entornos de las oficinas que tramitan los expedientes sobre los que se refiere la documentación.
Por encima de los archivos de gestión se sitúan los archivos centrales, que son los encargados a nivel administrativo institucional de organizar el funcionamiento de los archivos en el conjunto de la institución correspondiente. Estos dos tipos de archivo manejan, como ya se ha indicado, documentación viva.
En la siguiente etapa vital de la documentación encontramos a los archivos intermedios. En ellos se trabaja con la documentación que ya ha perdido esa vigencia que acabamos de identificar. Es en estos archivos intermedios donde se planifica la siguiente etapa que va a vivir la documentación, ya sea pasando a la consideración de documentación histórica, ya sea procediendo a su expurgo a partir de una serie de consideraciones archivísticas concretas.
La última etapa vital de la documentación la encontramos depositada en los archivos históricos. En ellos se custodia toda la documentación que a día de hoy se considera tiene carácter histórico, más toda aquella que después del procedimiento de análisis previo a la determinación de qué documentación debe pasar a tener la consideración de histórica y cuál debe ser expurgada que acabamos de citar se realiza en los archivos intermedios.
Con todo esto parece quedar claro que la documentación que se custodie en cada uno de estos archivos tendrá un determinado valor diferenciado de cara al análisis histórico. Por ello una segunda distinción que podemos aplicar sin problema es la de la consideración de la documentación en función del interés de la información que conservar los documentos que allí se custodian. Los archivos administrativos, por su propia definición y por la legislación de protección de datos vigente en la actualidad, apenas conservan documentación de interés para gran parte de las etapas históricas a las que dedican su interés los historiadores. Será, por tanto, en los archivos históricos donde encontraremos buena parte de la información susceptible de ser utilizada para el análisis histórico.
1.2 Los archivos en España
Partiendo de las premisas que acabamos de indicar veremos a continuación las distintas posibilidades que los archivos históricos ofrecen a los investigadores. Iremos viendo, de mayor a menor rango, los archivos con documentación histórica disponibles para el estudio histórico. De este modo, comenzaremos con los archivos nacionales, para posteriormente dedicar atención a los archivos de ámbito regional y a los archivos históricos provinciales, así como a los archivos locales o a los de entidades privadas, que en muchas ocasiones también custodian documentación de extraordinario interés.
1.3. Los archivos nacionales
Los archivos nacionales son aquellos que conservan documentación de carácter histórico que abarca el conjunto del territorio nacional con distintas tipificaciones que vamos a ir viendo a continuación:
Archivo General de Simancas. Se trata del principal archivo histórico para el estudio de la corona de Castilla de finales de la Edad Media y la primera modernidad, conserva una ingente cantidad de documentación de extraordinario interés para múltiples aspectos del estudio del pasado de la realidad castellana entre los siglos XV y XVIII.
Archivo Histórico Nacional. Se creó en el siglo XIX con el objetivo de acoger la documentación histórica de las distintas administraciones e instituciones que iban siendo suprimidas al calor de las reformas liberales que se desarrollaron en esa centuria. Por tanto, la tipología de sus fondos es mucho más variada, ya que a documentación propiamente administrativa se une una valiosísima documentación procedente de los conventos desamortizados que, en muchas ocasiones, constituye la documentación más temprana disponible para el estudio de la corona castellana en la Edad Media.
Archivo de la Corona de Aragón. Es el archivo de carácter administrativo más antiguo de España, con más de dos siglos más de antigüedad que el Archivo General de Simancas, custodia documentación referida a los distintos reinos y territorios que conformaron la corona aragonesa desde mediados del siglo XIII, con temáticas administrativas, militares, hacendísticas, diplomáticas etc. La documentación que se conserva en él, como ser puede suponer, permite realizar estudios sobre temáticas y cronologías impensables para otros contextos de la historia hispana.
Archivo General de Indias. Archivo clave para el estudio de la implantación de la monarquía hispánica en América, es el fruto de la fundación en 1503 de la Casa de Contratación de Indias, ubicada en la ciudad de Sevilla, que se convertirá a lo largo de toda la Edad Moderna en centro neurálgico del control político, económico, social y cultural que desde la península se impuso sobre los territorios americanos bajo dominio español.
Archivo General de la Administración. Es el archivo nacional de más reciente fundación, y cumple la función de archivo intermedio de la Administración General del Estado. Por tanto, conserva documentación de todas las administraciones dependientes del gobierno central en los siglos XIX y XX, lo que le convierte en uno de los archivos del mundo con mayor volumen de documentación. Su interés para la investigación histórica radica en la abundante disponibilidad de información referida a la vida en la España de esas épocas, sus fondos permiten desde estudios personales de individuos vinculados con la administración al análisis y planificación artística o patrimonial, ya que por las oficinas de las distintas administraciones pasaban los proyectos arquitectónicos y sus ejecuciones.
1.4. Los archivos regionales
Existen en el marco archivístico español una serie de archivos que tienen un carácter particular que les hace trascender de la realidad provincial y hace que custodien cada uno de ellos una documentación particular. Entran en este apartado, por ejemplo, el Archivo del Reino de Valencia, que conserva documentación del antiguo reino de Valencia desde el siglo XIII, y cuya gestión actual está en manos de la comunidad autónoma, aunque la documentación conservada es de titularidad estatal. También tiene raíces históricas el Archivo del Reino de Galicia. Fundado en el siglo XVIII dependiente de la Real Audiencia del Reino de Galicia, en la actualidad además de custodiar los fondos recopilados desde esa época también funciona como archivo histórico intermedio en el conjunto de la comunidad autónoma. Parecido origen tiene el Archivo del Reino de Mallorca, correspondiente al histórico reino de Mallorca integrado en el seno de la corona de Aragón, y que a la documentación histórica de la época incorpora en la actualidad esa función antedicha de archivo histórico intermedio. De creación más reciente y sin esta vinculación histórica que estamos viendo en los ejemplos antedichos es el Archivo General de Andalucía, creado al calor del desarrollo autonómico en las décadas finales del siglo XX y que, aunque en origen su finalidad pasa por gestionar la documentación que genera la administración de la Junta de Andalucía, en los últimos años ha realizado un esfuerzo de incorporación de fondos históricos que hacen de gran interés su consulta para determinadas temáticas históricas en el ámbito andaluz.
Para finalizar este apartado conviene referir en este apartado a dos archivos particulares que mezclan algunas de las características que hemos visto de los archivos de las líneas precedentes. Se trata de los archivos de las reales chancillerías, que ya desde finales del siglo XV eran dos, una con sede en Valladolid y otra con sede final en la ciudad de Granada. Estas instituciones cumplían la labor de actuar como tribunales superiores de justicia en el ámbito territorial de su competencia, y por tanto custodian una ingente cantidad de documentación judicial de extraordinario interés para el estudio del mundo castellano de finales de la Edad Media y de toda la Edad Moderna. En la actualidad el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid continúa bajo titularidad estatal y custodia una cantidad de documentación muy superior a la del Archivo de la Real Chancillería de Granada, cuya titularidad de la documentación sigue siendo estatal pero la gestión administrativa está transferida a la Junta de Andalucía, y que en distintas fases ha sufrido una mucha mayor pérdida documental que su homóloga vallisoletana.
1.5. Los archivos históricos provinciales
Dentro del organigrama archivístico-administrativo del estado español cada provincia dispone de un archivo histórico provincial en el que se custodia la documentación de los servicios periféricos de la administración estatal, y en los que con suma frecuencia también se incluye otro tipo de documentación, del tipo de los fondos notariales de esas respectivas provincias o las contadurías de hipotecas. Más allá de esta generalidad cada archivo histórico provincial puede llegar a custodiar una muy variada tipología documental en función del devenir particular de esa zona.
1.6. Los archivos en Canarias
Para el caso concreto de los distintos archivos existentes en la comunidad autónoma de Canarias, y continuando con la explicación de mayor a menor rango jerárquico en la administración, debemos mencionar en primer lugar aquellos archivos dependientes de la administración general del Estado y presentes en las islas. Se trata de archivos creados para recoger, conservar y tratar la documentación generada y producida por los distintos organismos de la Administración General del Estado y que no han sido transferidos a la gestión autonómica. Aquí podemos englobar a los archivos de la delegación del Gobierno en Canarias, así como de las distintas delegaciones insulares, el de la delegación de Hacienda o los distintos archivos de la administración central periférica en Canarias.
A continuación, debemos reseñar todos aquellos archivos creados por la comunidad autónoma de Canarias con el objetivo de recoger, conservar y servir la documentación generada por la propia gestión administrativa de su competencia. La administración autonómica cuenta con un cuerpo de archiveros propio que se encarga de gestionar todos estos archivos de titularidad autonómica, que van desde el Archivo de la Presidencia del Gobierno de Canarias al del Parlamento de Canarias, pasando por los de las consejerías y viceconsejerías del Gobierno, el archivo del Diputado del Común, etc.
Dentro de la relación de archivos que hemos mencionado en los apartados anteriores debemos incluir, para el caso concreto de los archivos del archipiélago, en el apartado de archivos de titularidad estatal y gestión autonómica, ambos archivos históricos provinciales, el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas "Joaquín Blanco" y el Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Santa Cruz de Tenerife.
Podemos continuar el repaso sobre las posibilidades documentales existentes en Canarias con los archivos de titularidad militar, que tienen su propio organigrama diferenciado y dependiente de la administración militar. Así, podemos mencionar el Archivo del Gobierno Militar, el de la Comandancia Militar de Marina, o el de la Capitanía General, entre otros.
Si continuamos descendiendo en la escala administrativa nos encontramos con los archivos dependientes de la administración local. Veremos más adelante el ejemplo concreto y extraordinario del Archivo Municipal de La Laguna, que por sus propias condiciones merece una reseña aparte. Pero más allá de este ejemplo, fuera de lo común, todos los ayuntamientos disponen de un archivo en el que recoger y custodiar la documentación que han ido generando a lo largo de su historia. Y lo mismo ocurre con los cabildos insulares, que también tienen sus propios archivos para tal fin. En este caso, como se puede suponer, los ejemplos concretos varían muchísimo y la casuística sobre las posibilidades de trabajo y organización de los fondos ofrece un panorama de posibilidades muy amplia en función de las características específicas de cada una de las instituciones de las que dependen.
Antes de finalizar este apartado, y una vez pasada revista a las distintas posibilidades referidas archivos que custodian documentación de titularidad pública, conviene hacer un breve repaso a los archivos de titularidad no pública, fundamentalmente dependientes de instituciones de rango privado. En primer lugar, conviene referirse a este respecto a los archivos de la Iglesia, por otro lado fuente fundamental para la documentación de las investigaciones referidas a la historia del Arte. En este sentido el acercamiento a su explicación puede mantener la visión jerárquica que hemos utilizado en el caso de los archivos públicos. Esta jerarquía, la misma que tiene la institución, nos señala a los archivos históricos diocesanos de ambas diócesis canarias como los depositarios del principal volumen de documentación de cada una de estas circunscripciones administrativas de la Iglesia. Pero no toda la documentación de la Iglesia se encuentra ahí. Aunque desde ambos archivos se ha hecho un esfuerzo por agrupar y centralizar la documentación parroquial de cada una de las diócesis lo cierto es que más allá de lo que se custodia en ellos es bastante frecuente que las distintas parroquias del conjunto del archipiélago aún conserven y custodien la documentación generada a lo largo de toda su existencia.
Finalmente, este recorrido sobre los archivos que contienen documentación susceptible de ser utilizada para el análisis histórico quedaría incompleto sí no mencionáramos, siquiera de pasada, a la enorme variedad de posibilidades que ofrecen los archivos institucionales y privados. Entre ellos podemos contar desde archivos de instituciones culturales, como el Archivo Casa Museo D. Benito Pérez Galdós, el Archivo de la Casa de Colón, el Archivo del Museo León y Castillo en Telde, etc., hasta archivos de carácter educativo, como los de las Universidades de Canarias o los archivos de Institutos de Bachillerato. también se pueden citar archivos de colegios profesionales, los archivos de protocolos de los colegios notariales, que conservan la documentación previa a su paso los archivos históricos provinciales, o incluso archivos de entidades sin ánimo de lucro, como las reales sociedades económicas de amigos del país, tanto de Las Palmas como de Tenerife, o el Instituto de Estudios Canarios, que no sólo conservan documentación generada por la propia actividad de la institución, sino que ha sido depositarias de legados de particulares que les donaron sus fondos para su custodia.
Un caso excepcional: el archivo municipal de San Cristóbal de La Laguna
Cómo se ha señalado un poco más atrás el Archivo Municipal de San Cristóbal de la Laguna constituye un ejemplo único en la conservación de la documentación de carácter histórico en el archipiélago. Al ser la sede del concejo de la isla, durante mucho tiempo única administración local en el conjunto del territorio insular, conserva en su archivo histórico la documentación que en puridad refiere la gestión y el gobierno no sólo de la capital sino también del conjunto del territorio insular. A esta realidad jurídico-administrativa debemos añadir, para comprender el verdadero valor histórico de la documentación custodiada en este archivo, el hecho de que las series documentales se encuentran en muchos casos íntegramente conservadas. A diferencia de los casos de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria o de Santa Cruz de la Palma, cuya posición en la costa las convirtió en objetivo de los ataques piráticos que asolaron las islas a lo largo de la Edad Moderna, y que provocaron en muchas ocasiones perdidas documentales irreparables motivadas por los incendios y demás acciones violentas generadas en esos ataques, el caso de La Laguna es extraordinario ya que su situación geográfica, alejada de la costa y protegida por la altitud en la que se encuentra la localidad, hizo que su documentación se conservará de forma prácticamente íntegra hasta nuestros días. Ya en el siglo XIX, con el proceso de fragmentación administrativa del territorio insular en los distintos municipios que se fueron creando y que fueron generando su propia dinámica institucional, el ayuntamiento de La Laguna mantuvo la custodia de esa documentación histórica y por tal razón llega hasta nuestros días en sus dependencias.
Además, la extraordinaria labor de gestión de esta parte histórica del archivo le ha valido también la recepción de distintos fondos particulares, tales como el fondo Rueda o el fondo Ossuna, que enriquecen de manera notable las posibilidades documentales de este extraordinario archivo municipal, en el que, además de lo que podemos encontrar en cualquier otro archivo municipal de las islas, debemos añadir estas series documentales de indudable interés.
2. Bibliotecas
Por su propia definición las bibliotecas constituyen un lugar preferente de trabajo para la investigación histórica. Más allá de ser los lugares de referencia para la búsqueda y localización de la bibliografía, tanto la más actualizada como la de carácter histórico, en este apartado se quiere resaltar también el papel que las bibliotecas tienen en la labor de custodia de documentación y de manuscritos originales, que en muchas ocasiones se convierten en fuentes de primer orden para el estudio que se esté llevando a cabo en esos momentos.
En este sentido la principal entidad en el campo de los estudios históricos es la Biblioteca Nacional. Con sede en Madrid, se trata de la biblioteca que se encarga de custodiar varias decenas de millones de publicaciones producidas en España desde el siglo XVIII. A esta colección, además, ha de añadirse el conjunto de manuscritos que custodia, que suponen varias decenas de miles de ejemplares, y que en conjunto convierten a esta entidad en una de las principales bibliotecas del mundo.
Con parecidos fondos, aunque de muy desigual cantidad y valor en función de múltiples factores, debemos destacar a las bibliotecas universitarias. Algunas universidades tienen una trayectoria histórica de muchos siglos que se concreta en el campo bibliográfico en la propiedad y conservación de ejemplares de obras desde la Edad Media, con un indudable valor histórico. En el caso concreto de la Biblioteca de la Universidad de La Laguna podemos destacar su extraordinario fondo antiguo, sin duda entre los más interesantes del archipiélago, y que dispone de muestras bibliográficas de obras que abarcan desde el siglo XV hasta el siglo XIX.
Dentro de este mismo apartado podemos destacar las bibliotecas de las entidades culturales que han protagonizado buena parte de la actividad científico-cultural a lo largo del siglo XX. Bibliotecas como las de los ateneos, las reales sociedades económicas de amigos del país, o de instituciones enmarcadas en los estudios de ámbito regional, englobadas muchas de ellas en la CECEL, ofrecen un rico panorama de posibilidades bibliográficas para los distintos campos de la investigación histórica.
Autor: Roberto J. González Zalacain
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